Homo Mediaticus
Hace 15 años asumí que mi vida giraría alrededor de la publicidad y el mercadeo, en ese momento pasaron dos cosas la primera es que la vida se llena de colores, sonidos, texturas, olores, personas, datos como si te hubieras acostado con el Libro Gordo de Petete bajo la almohada durante los cinco o seis años de carrera. Lo segundo es que tus amigos, padres, abuelos, tíos, parejas de turno, parejas estables, las parejas de tus amigos, vecinos etc preguntan: ¿y es que la publicidad se estudia?
Para ser publicista no basta con sentir que la inspiración divina cayó del cielo como la botella de Coca – Cola en Los Dioses deben estar locos, ¿alguien recuerda esa película?, un publicista sin importar el tamaño del cartón, si es tecnólogo o profesional debe tener una formación integral, llena de bases humanísticas, estéticas, antropológicas, semióticas, de profunda percepción del mensaje superficial y profundo, debería estar en contacto con las corrientes sociológicas que atraviesan las fibras de las personas en la sociedad, sin contar con que debe saber sobre diseño, medios, sociología, administración, psicología, empaques, servicio al cliente y además de todo esto tenemos la obligación profesional de saber que está pasando con Padres e Hijos, Así es